19 de enero de 2013

Ratatouille

Título: Ratatouille
Año: 2007
Factoría: Disney
Valoración: 9
Comentario:
Esta película es SIN DUDA ALGUNA una de mis preferidas de los últimos años de la factoría Disney Pixar. Supongo que para muchos sólo será una película más entre tantas, muy alejada del nivel de las 'princesitas' disney de antaño, ¡pero a mí me encanta! La fui a ver al cine cuando la estrenaron y me enamoré de ella. Supongo que la importancia de la cocina en mi vida tiene algo que ver en ello ya que me emociona la película en todos los aspectos, mucho más allá del argumento o los dibujos.

Si no la habéis visto TENÉIS QUE VERLA, de verdad. Y a los que la habéis visto, ¿a qué es genial? ¿No os enternece al mismo tiempo que os hace morir de la risa? Yo es que la adoro. Ya empieza la peli con la colonia de ratas en la casa de la pradera un poco alejada de París, con la viejuna que se duerme delante de la tele con unas gafas enormes de culo de vaso y el pequeño Rémi contando su historia, ya que él no quiere ser una rata corriente, sino que ¡quiere cocinar! Y con la ayuda del chef Gusteau intenta empezar su sueño. Cuando cocina el queso con la savia y el romero en el tejado, ahumándolo, y luego le cae el rayo y dice que es tan... 'pu, pum, tan... ¡relampagoso!'

Así que llega él al restaurante de Gusteau, el hombre que le ha dado alas a su historia, y después de que el loco de Linguini destroce la sopa, el la arregla y empiezan a ser un tándem, con la rata escondida en el gorro que usando su pelo lo ayuda a cocinar. Es buenísimo verlos a ambos, con él pasándose los alimentos por el pelo como si los oliera desde ahí, y saltándose las recetas para mejorarlas. Además Collette lo ayuda, como cuando le explica que 'paga encontgrar un buen pan no hay que fijarse en la vista o el tacto, sino en el oído... un buen pan se distingue por el crugir' me encanta! Luego ya en el último momento cuando el padre de Rémi acepta que su hijo quiera ser cocinero y todas las ratas ayuden a servir esa noche la cena, mientras Anton Ego -el crítico de cocina más duro de todo París- espera su plato, le sirve un buen Ratatouille de los que comía de pequeño y se le cae la pluma al suelo.

Finalmente termina la película con una reflexión muy interesante de Ego a favor de los cocineros. Los críticos tienen un trabajo muy fácil, ya que sólo tienen que menospreciar lo que otros hacen con mucho amor, pero nada más, mientras que los cocineros deben seguir creando y trabajando día a día, haciendo cosas mucho más válidas que las que hacen los críticos. Recuerda además la frase típica de Gusteau 'Cualquiera puede cocinar'. No se refiere a que cualquier persona pueda cocinar, ya que no todos podemos, sino que un cocinero puede proceder de cualquier sitio y empezar de cualquier forma sin ser por ello menos que otro.

De verdad que os la recomiendo, es una de mis preferidas en cuanto a argumento, metáfora, dibujos, ironía... los franceses y París en esta película son geniales. El loco del chef que es una miniatura y que está explotando la firma de Gusteau para hacer tonterías congeladas que están desgraciando el nombre de la empresa. Hay muchas historias secundarias que tienen su toque de humor, y los platos que se cocinan, lo que se aprende de restauración, la historia de amor entre los personajes, una herencia... y además el sueño de una pequeña rata de ser por fin cocinero.

MARAVILLOSA! :) 

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