2 de noviembre de 2017

La daga espartana | Nicholas Guild

La daga espartanaTítulo: La daga espartana
Autor: Nicholas Guild
Género: Novela histórica
Saga: -
Editorial: Pamies
Nº de páginas: 397
País dónde sucede la trama: Antigua Grecia

Primera mitad del siglo IV a. C. 
Una fría noche, a las afueras de una tranquila aldea ilota, dos jóvenes hermanos espartanos, Éurito y Teleclo, esperan agazapados para llevar a cabo su Krypteia, el antiguo rito de iniciación a la sangre. Una familia —padre, madre e hijo— se aproxima; están desarmados y no pueden defenderse… Los espartanos salen a la luz de la luna y completan el ritual matando al matrimonio. Pero el hijo, Protos, logra escapar primero y acabar con Teleclo después. 
Rápidamente Esparta manda una partida de guerreros para acabar con el chico. Pero este, cuyo nombre significa «el predestinado», y que tiene una astucia y una habilidad para las armas fuera de lo normal, acaba con el grupo. 
La sed de venganza de Protos no acaba con este episodio, su corazón ya no conoce la compasión. Los espartanos han oprimido a su pueblo durante siglos, y quiere acabar con su poder. Para ello se dirige a Tebas, donde toma contacto con el general Epaminondas, que también ansía que su ciudad se libere del yugo espartano. 
A medida que Protos va haciéndose adulto, empieza a entender que su guerra personal contra los asesinos de sus padres es también una lucha por la libertad. 
Nicholas Guild, aclamado autor de joyas de la novela histórica como El asirio y El macedonio, nos sorprende de nuevo con su ágil estilo narrativo y un excepcional fresco de la Antigua Grecia. 


Es una verdad absoluta que he disfrutado mucho el libro. La novela histórica me encanta, especialmente la ambientada en la Grecia Antigua, no lo puedo remediar. Sentirme paseando en esas calles, con esa cultura, en esos años tan distantes y a la vez tan iguales en tantas cosas... pero debo reconocer que me ha dolido un poco ver a Esparta desde un punto de vista tan negativo. No digo que sea falso, ni irreal, pues era una ciudad muy dura y compleja, y la "obsesión" por la guerra y el culto al cuerpo era demencial. Pero no puedo remediar tener cierto amor y admiración hacia cada ciudad griega y sus normas, y ver a Esparta como "los malos" me ha costado mucho. Yo estoy un poco enamorada, de manera idealizada reconozco, de esa idea de Esparta como la ciudad griega fuerte, la que siempre peleó, la Esparta de Leónidas que fue a perecer para que Grecia fuera libre. Algo que sé que es completamente parcial, pero esa épica significa mucho para mí. Aquí en cambio es una situación completamente diferente, ya que se refiere a la época anterior, con las guerras entre Atenas, Tebas y Esparta por la supremacía en la zona.

Centrándonos en el personaje principal, Protos, creo que combina bastante bien la esencia de protagonista complejo y un poco 'tocado por los dioses'. Por un lado es un chico, de apenas 16 años, que hace lo posible por sobrevivir. Inculto, analfabeto, ingenuo y sincero, se encuentra en una vida completamente ajena a la que tenía pensada como ilota, los esclavos espartanos. Esa noche de krypteia, en la que su familia es brutalmente asesinada, su destino y su mente cambian completamente, y pasa de ser un campesino a un guerrero. Eso, a su vez, crea un pequeño conflicto de coherencia, ya que en parte no se entiende como un campesino de 16 años, sin ningún tipo de entrenamiento, puede matar a 5 espartanos entrenados y saber lanzar cuchillos como el mejor guerrero. Eso sí, durante el libro Protos repite en más de una ocasión que no sabe como lo ha hecho, que es algo casi innato -que a veces puede acontecer-. Y es cierto que el ser humano en momentos extremos, bajo mucha presión, saca fuerzas donde no las hay, y no creo que haya peor situación que ver como matan a tu familia delante de tus ojos por una simple "tradición" espartana de demostrar que se es un hombre. De ahí que a su vez sea algo interesante y lógico, pero también que te hace pensar y preguntar hasta que punto hay coherencia. Vista la novela entera, tiene su sentido. En el otro lado de la balanza está Éurito, el espartano de buena familia, el que debería ser el héroe y termina siendo el asesino, el malo. Conforme vas leyendo las hojas Éurito resulta ser un personaje mucho más complejo de lo que podría parecer. En su cabeza también está el dilema eterno entre lo que debe hacer, lo que el honor espartano le dice, y lo que cree que es correcto y lo que la lógica le dice. Una idea que sigue a lo largo de las hojas hasta el desenlace final, y que a mí modo de ver, aporta muchísima riqueza al personaje y a la trama.

El argumento principal del libro se centra en un ilota, el pueblo esclavo de Esparta, que ve morir a toda su familia durante la krypteia y que dedica su vida a vengar sus muertes. Sea por toque divino, sea por destino, sea por suerte, sobrevive al ataque de 5 espartanos entrenados y luego logra huir a Tebas donde empieza a plantear su vida, siempre en mente con su adolescencia truncada y la pérdida de todos los que amaba. Esta historia personal, de un individuo a primera vista "completamente ínfimo" en la historia de Esparta, sirve para narrar en una muy buena novela la caída de Esparta en manos de Tebas en una de las grandes guerras de la Grecia Antigua. Por una parte son hechos históricos que cualquiera puede conocer leyendo documentos de la época, ensayos históricos o enciclopedias; pero que también representan un poco la batalla eterna entre el cuerpo/fuerza y la mente/inteligencia.

En la Grecia antigua Esparta representaba el culto obsesivo al cuerpo, un hombre no era hombre si no tenía un buen tono físico y era un buen guerrero, y todo lo que no estaba relacionado con eso se consideraba menor. En Atenas, en cambio, se pensaba completamente diferente. Todo tenía que ver con la mente, la filosofia, la retórica, un hombre no era un hombre si no tenía grandes conocimientos, sabía hablar en público y participaba de la política. En medio de estos dos mundos casi opuestos, se encontraba la ciudad de Tebas, enemistada con ambas, en la que los ciudadanos consideraban que 'en el término medio está la virtud' y se cultivaba tanto el cuerpo como la mente. Tres ides completamente diferentes, y una gran historia, de la que finalmente salió ganando la ciudad tebana, y que posteriormente cayó, y vio otros días muy diferentes de la magna Grecia, posteriormente conquista por la bárbara Macedonia y años después, por la insufrible Roma.

Creo que es muy interesante, tanto si es cierto como si no, que una de las grandes figuras para que Esparta caiga ante Tebas, sea la ayuda y la mente de un ilota desterrado que vio morir a su familia a manos de una tradición absurda espartana. Ese odio por el ser humano, esa idea de que los ilotas eran menos que nada, fue la perdición de la propia Esparta. Se ve tanto a lo largo del libro, como en el capítulo final, que aunque se cierra deja un poco entrever una puerta hacia otra historia. También es un elemento clave como la familia y el amor son vitales para ambos protagonistas. Como se van encontrando año a año, en diferentes circunstancias, y la vida va poniendo preguntas y respuestas que ambos deben responder. Creo que el autor crea muy bien ese espacio de entendimiento y similitud entre ambos, hasta el punto en que de ser enemigos pasan a ser incluso amigos, y si no fuera por las circunstancias, se entenderían perfetamente. 

Una historia de venganza, familia, guerras, poder, ambición... La caída de Esparta de fondo, mientras dos hombres luchan durante una vida entera por un crimen que no puede quedar sin justicia. El honor puesto en duda y la vida de ambos en juego.
No puedo decir otra cosa salvo que es un libro que hay que leer. Todo amante de la novela histórica de la Antigua Grecia lo disfrutará.


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1 comentario:

  1. Este es ideal para mi amigo David, bueno amigo de mi chico, que es un poco friki el chaval...jajaja. No, es majo en el fondo, y esta novela le flipará en cuanto se la pase.

    Un besito.

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