8 de julio de 2014

Diario de una sumisa

Título: Diario de una sumisa
Autor: Sophie Morgan
Tipo: Dominación / Novela erótica
Saga: A Modern True Tale of a Sexual Awakening #1
Sinopsis:
¿Hasta dónde está dispuesta a llegar una mujer en su búsqueda del amor y del placer?
Sophie es una joven periodista, atractiva, inteligente, independiente y divertida. Una mujer como muchas otras si no fuera porque, en la intimidad, se siente atrapada por las emociones intensas y el placer que le provoca ser sometida sexualmente. Pero cuando James, un atractivo y exitoso agente de Bolsa del que se enamora perdidamente, aparece en su vida, Sophie se adentra poco a poco en las zonas más oscuras del placer, empujada a extremos insospechados por el hombre a quien ama
Valoración: n.c.
Comentario:
No me ha gustado, NADA. No he sido capaz de leerlo por completo y aunque para algunos sea una manera de vivir, una opción, algo "normal", bueno... a mí me ponía negra, había momentos en que no me decidía entre quemar el libro o tirarlo muy lejos. No comprendo como alguien puede tomar la opción de dejarse degradar, golpear y humillar POR GUSTO. Así que simplemente os dejo esbozos por si os llama el tema, o por si sois más abiertos e inteligentes que yo y lográis "disfrutar/comprender" este libro.

"Me considero una feminista. Soy, decididamente, una mujer independiente. Competente. Equilibrada. Hay a quien eso podría parecerle incongruente con mis gustos sexuales, con las cosas que me ponen.[...] Si deseo ceder el control de mi persona a alguien en quien confío para que nos conduzca a un lugar estimulante y excitante para los dos. "

"Me había preguntado a menudo cómo sería recibir unos fuertes azotes en el culo, pero ni en un millón de años habría esperado sentir aquello. Dolía, desde luego. Desde luego, no tenía nada que ver con las eróticas palmadas de mis fantasías secretas. Estaba intentado decidir, en un aterrorizado monólogo interior, si poner fin a los azotes o intentar aguantarlos hasta que Ryan pasara a otra cosa cuando la sensación cambió de repente. Todavía me dolía, pero el escozor del culo se transformaba en un dolor placentero durante los segundos posteriores al impacto, y cuando la adrenalina empezó a fluir por mis venas, hasta el dolor de los golpes iniciales se diluyó súbitamente con el calor del placer que estaba obteniendo. Si Ryan me hubiera preguntado qué quería que me hiciera, si yo hubiera sido capaz de articular palabra, le habría suplicado que parara porque el dolor estaba a punto de resultar excesivo. Al mismo tiempo sabía a ciencia cierta, por el calor entre mis muslos, que si se hubiera detenido a los pocos segundos le habría suplicado que continuara. En realidad no podía elegir, lo cual tampoco importaba porque a esas alturas me habría sido del todo imposible hablar."

"Me dijo que cuanto más gritara más fuerte me pegaría, por lo que me mordí el labio para ahogar los gritos hasta que creí notar un gusto de sangre en la boca. El impacto de cada latigazo en el culo sonaba como un disparo y el sufrimiento consiguiente era un martirio."

"Si te soy sincero, te pegué fuerte porque sabía que podías tolerarlo. Que te encantaba, de hecho. Pero solo te di el setenta y cinco por ciento de lo que podría haberte dado porque estábamos tan pegados a la pared que me resultaba imposible abrir el brazo todo lo que me habría gustado." Momento PERDONA PEDAZO HIJO DE PUTA, no puedo remediarlo

"Aquello que, en un acto de pura sumisión, haces a instancias de él al tiempo que te rechinan los dientes. Aquello que odias y que solo accedes para complacerle, generalmente mientras finges que no te molesta porque eres consciente de que si se da cuenta de lo mucho que lo odias, insistirá en ello simplemente porque puede. Aquello que no quieres hacer. Aquello que no estás segura de poder llevar a cabo. Aquello que te hace sacar fuego por los ojos, enrojecer de rabia y humillación y desear mandarle a la mierda pese a saber que no puedes porque, muy a tu pesar, lo deseas aunque no puedas explicar por qué."

"Me sentía indignada, vejada y, sin embargo —para mi gran asombro—, increíblemente mojada. Me removí ligeramente sobre las rodillas. [...] James: Durante las próximas veinticuatro horas serás mía. Solo mía. Todo lo que hagas lo harás para mí. Tus deseos, tus necesidades e incluso tu dignidad no tendrán ningún valor. Harás todo lo que te pida y lo harás lo mejor posible, de la manera que sabes que me proporcionará más placer. ¿Está claro?"

"Tumbada en la cama, trataba de no moverme, de no hacer nada que pudiera exacerbar mi suplicio. Y de aguantar, de resistir, decidida a no fallarle otra vez, pues de una manera que solo tenía sentido para James y para mí, sabía que se lo debía. Y luego, casi se me cayó el teléfono cuando dijo:
—Bien, creo que ha llegado el momento de empezar tu castigo, Sophie, ¿no te parece?
¿Empezar? Joder.  [...] Le odié profundamente. Aquello no tenía nada que ver con la sumisión y el reto, o con la excitación, mía o de él. No estaba sacándome de mi zona de comodidad ni humillándome para nuestro placer. Estaba denigrándome de una forma que no había hecho antes. Le odié con toda el alma, pero era un odio teñido de vergüenza y culpa."

"De modo que voy a ponerte un plazo, un número de golpes tras los cuales tendrás que correrte. Si no te corres, te haré cosas que convertirán esto en un simple paseo. Y si así tampoco te corres, me traerá si cuidado. Porque yo sí me correré, ya sea haciendo que me la mames o clavándotela hasta el fondo. —Al decir esto deslizó una mano por mi entrepierna, lo que me hizo corcovear hasta donde me lo permitieron las ligaduras—. Y luego te castigaré de maneras que no puedes ni empezar a imaginar. Me suplicarás, y no sabrás si me estás suplicando que pare o que continúe. Pero te usaré cuanto quiera, el tiempo que quiera, hasta que lo único que desees sea retirarte a un rincón para poder recuperarte. Y como ninguno de los dos tiene que trabajar en todo el fin de semana, podríamos estar hablando de mucho tiempo. ¿Lo has entendido?"

Y el colofón: "Los días que siguieron fueron los más difíciles de mi vida. James me usó. Me maltrató. Me humilló. Me hizo llorar de dolor. Me llevó al límite. Nunca llegó a romperme, pero a veces tenía la sensación de que lo pretendía. Me follaba cuando quería, como quería, y cuando estaba tan cansada que solo era capaz de permanecer tumbada, como un mero agujero para su placer, me abofeteaba y me tiraba del pelo para que moviera mi cuerpo exhausto. James era mi mundo, y por primera vez en mi vida comprendía la clase de sumisión que consume, pues por primera vez la vocecita en mi cabeza que apelaba a la vergüenza y me preguntaba por qué actuaba así, permaneció callada. Me sentía conectada a James de una manera que no había experimentado con ninguna otra persona; él me comprendía plenamente, incluso cuando yo no me comprendía a mí misma. Cuando decidió que había terminado conmigo, me amarró por el cuello al pie de la cama como a un animal, me ató las muñecas a la espalda y dejó que me abandonara al sueño haciéndome un desgarbado ovillo en el suelo mientras buscaba inconscientemente una zona de mi cuerpo sobre la que yacer cómodamente. 

- Cuanto más me gustas, cuanto más tiempo pasamos juntos, más me cuesta dominarte, Sophie. Hacerte daño. Al principio, cuando jugábamos, ver el temor en tus ojos, oírte sollozar, me la ponía dura. Ahora, en cambio, me disgusta. Lo lamento.
- Cuando me haces daño, me gusta. De hecho, me encanta. Ignoro si te das cuentas de eso cuando te fulmino con la mirada, cuando me ruborizo, cuando apenas consigo disimular mi miedo al imaginar el siguiente castigo despiadado que vas a imponerme. Estar completamente a tu merced, ser humillada, dañada, denigrada, me pone. Notar tus manos en mis muñecas, en mi garganta, en el pelo, sentir que me controlas, que me dominas, me acelera la respiración. Me hace mojar. A veces pienso en esas cosas cuando estoy en la cama. Es cierto que me haces daño, pero siempre bajo mi consentimiento. Yo te lo suplico, a veces literalmente. Dentro de ese contexto, hacerme daño no es algo malo."

No me gustó, no lo recomiendo. Pero al menos SÍ es un libro de BDSM donde hay dolor, dominación, sumision, degradación y todo ese mundo REAL tan duro que creo que el 99% de la población no aguantaríamos.

3 comentarios:

  1. Hola!!
    Pues la verdad es que no me llama demasiado, aun así gracias por la reseña^^
    Te sigo :)
    Un beso!!

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  2. Sin duda no lo voy a leer, porque lo poco que he sido capaz de hacerlo, me ha puesto los pelos de punta.
    Enserio, la gente que admite gustarle el BDSM sin saber realmente lo que es debería leerlo para saber de lo que está hablando

    Un besazo

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  3. Que asco!pot supuesto que no lo leere !

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